Visita la Bodega de Can Cuch como te mereces, disfrutando de una de nuestras variadas catas, desde un buen maridaje de cervezas artesanales del Montseny con quesos de la zona, hasta una buena degustación de vinos. En nuestra bodega de roca natural podréis encontrar una excelente selección de vinos y cavas, y admirar nuestra pequeña cueva de piedra picada, a mano con su historia.
Antiguamente, la mayor parte de la bodega era una cuadra, donde tenían los caballos atados y en la pequeña cueva se guardaban los quesos para dejarlos curar y los alimentos para mantenerlos frescos, ya que, al no haber neveras, ésta era la parte más fresca de la casa, gracias a las propiedades de la piedra, que aislaba del exterior y mantenía el frío.
En otras épocas un poco más complicadas, aprovecharon la cueva no solo para guardar los alimentos, sino también para esconderlos. En la época de los bandoleros, durante los saqueos y persecuciones, se robaba todo lo que había al alcance. Y es en ese momento cuando se colocó una anilla para poder atar a todos los animales y esconderlos para que no los robaran.